Artículo científico publicado en Nature incentiva actividades de preservación y reducción de impactos negativos
Una investigación de la Universidad Estadual de Maringá (UEM) publicada internacionalmente en la reconocida Nature Ecology & Evolution, revela que acciones humanas provocan, directamente e indirectamente, alteraciones en los entornos de ecosistemas acuáticos de diversos puntos de Brasil. Por consiguiente, los animales que viven en los ríos y lagos adyacentes son perjudicados, lo que provoca, incluso, la reducción de la cantidad de peces. De ahí que el daño vuelve al ser humano no solo de manera ambiental sino también de manera socioeconómica, puesto que la pesca es una importante actividad ribereña.
“Las acciones humanas provocan el descenso de la biodiversidad acuática y alteran el funcionamiento y el papel ecológico de esos ambientes. Con ese diagnóstico, tenemos la información que permite apoyar a las actividades de preservación y reducción de impactos negativos, principalmente en la región del Alto Río Paraná, que, de los locales estudiados, presentó el mayor impacto” expone Roger Paulo Mormul, uno de los autores del artículo científico y profesor del Programa de Posgrado en Ecología de Ambientes Acuáticos Continentales (PEA) de UEM. La fotografía de arriba, destacada, representa el muestreo de peces cogidos con red de deriva en el Alto Rio Paraná (Crédito: Wladimir Marques Domingues/Nupélia).
En el artículo científico, desarrollado por investigadores del PEA y del Núcleo de Investigaciones en Limnología, Ictiología y Acuicultura (Nupélia) de la UEM con socios nacionales e internacionales, fueron investigados los terrenos inundables del Alto Río Paraná, Pantanal, Río Araguaia y Amazonas, revelando que esos ecosistemas acuáticos son impactados por la agricultura, urbanización y la deforestación. “Los mayores impactos negativos de la acción humana fueron detectados sobre las plantas acuáticas y los peces, siendo que los peces constituyen la base económica y alimenticia de gran parte de las poblaciones ribereñas en las áreas estudiadas” destaca Mormul.
De acuerdo con el autor, si las presiones humanas aumentan, la preservación de la biodiversidad no será suficiente para mantener la funcionalidad y los servicios prestados por esos ecosistemas al bienestar humano. Por lo tanto, el profesor destaca que “es fundamental que los esfuerzos de preservación sean acompañados de una reducción de las presiones humanas en esas áreas”. La investigación sirve, luego, para promover políticas públicas de preservación y reducción de impactos ambientales y socioeconómicos para que la sociedad pueda continuar a usufructuar, con calidad, de los ríos no solo para el trabajo sino para la alimentación y la recreación.
Ribereños dependen de ríos y lagos para mantener a sus familias ( Fotografía: Wladimir Marques Domingues/Nupélia)
Mercado de pescado, en la orilla del río Amazonas, es importante para la economía local (Fotografía: Wladimir Marques Domingues/Nupélia)
Lea el artículo científico- La investigación “ Las presiones humanas son responsables por dirigir las relaciones entre la biodiversidad y la multifuncionalidad de grandes áreas húmedas neotropicales” está publicada en inglés en el periódico internacional Nature Ecology & Evolution. Fue dirigida por un estudiante de doctorado del PEA de UEM e integra un proyecto con financiamiento federal.
Esa es más una importante publicación de la Universidad que tuvo origen en el PEA y en el Nupelia, que hace cuatro décadas promueve investigaciones que generan beneficios a la sociedad, a la fauna y a la flora. “ En la región de Porto Rico, en el noreste de Paraná, por ejemplo, algunas áreas de preservación fueron delimitadas a partir de los estudios del Nupélia; asimismo, varias otras propuestas de preservación han sido iniciadas con estudios del mismo núcleo” concluye Mormul.
Profesor Roger Paulo Mormul, biólogo con Posdoctorado en Ecología acuática, supervisor y uno de los autores de la investigación.
Traducido por:
Lara Pacheco Alvarez da Silva
Revisado por:
Luizete Guimarães Barros